El 31 de octubre de 2016 fue la ultima actualización de este paupérrimo blog.
Que se yo, a mi me sirve. Creo.
El otro día hablando con mi hermano me decia que estaba sorprendido con todo lo que pasamos el año pasado. Es cierto. Yo tambien estoy sorprendida.
Todo el año pasado, después del infierno desatado entre enero y febrero, escribí varios borradores que nunca tuve el coraje de subir. Primero hablaba mal de todo el mundo, después aflojaba, odiaba a la persona que más amaba, le deseaba la muerte a otra y lloraba desconsoladamente por mi futuro y el de mi familia.
Hoy ya no soy la misma, la que creía en la bondad natural de las personas, la que confiaba ciegamente en las personas sobre todo cuando aquellas forman parte de tu familia.
No se bien que creer pero lamentablemente se que ya no soy esa que fui.
Otra vez tenia miles de ideas para retomar este blog, textos que no llego a escribir pero que los pienso mucho y al momento de concretarlos se me esfuman en la cabeza.
Me encantaría volver a confiar.
En marzo o abril del año pasado escribía esto:
"Hoy después de todo y aún en la tormenta, no puedo parar de pensar y re pensarme.
Estoy en la terraza de mi casa, un viento hermoso me despeina y aún sabiendo q tengo q bajar y estar en otro lado hago lo posible para seguir acá, escribiendo, mirando el cielo y la copa del gran árbol de la vereda de mi casa que es agitado hermosamente por el viento.
¿Vos cómo estás? Me dijeron ayer.
¿Que te puedo decir?
Cansada es redundante.
Harta podría ser demasiado.
Resignada es más triste.
¿Sabes que es lo que me pone peor?
Naturalizar un sentimiento que se dice negativo..."
Por un momento creí que me volvía loca, que perdía la razón, la poca razón que en toda mi vida tuve, la cual me ayudo a conservar el trabajo que tengo. Pero no paso nada, si sufrí en aquel momento pero salí de ese lugar, si me pongo a pensar no se si es bueno o malo pero es todo lo que pude hacer, impermeabilizarme de ciertas cosas, situaciones que en otra oportunidad me hubieran devastado. Es todo lo que hoy puedo hacer.
Solo le pido a las personas que se acercan a mi que no me estén con vueltas. Es tan fácil hacer de cuenta pero cuando hay que aclarar cosas o ser concretos en situaciones particulares la mayoría de las personas arruga, no tiene huevos para hablar con la verdad. Es tan lamentable. Casi que me da vergüenza leer algunas ultimas entradas en las cuales parece que hablo de lo mismo pero bueno, soy reiterativa, si.
El 2018 llego, pase las fiestas mas raras de todos estos años que llevo de vida.
Estoy cansada, recién llegada de un cumpleaños durmiéndome frente al monitor porque no puedo escribir desde la aplicación acostada, me quedo dormida mas rápido. Paso por ciertos días complicados sin embargo trato de no perder la calma y el humor, pero estoy tan cansada...
Pisando los 30 pensaba ayer en muchas cosas que viví desde que tengo uso de razón, muchas cosa negativas que seguramente me marcaron y me llevaron a lo que soy hoy.
Siempre tuve miedo de estar sola, pero sola en el sentido completo de la palabra no hablo de una relación amorosa, hablo de las relaciones en general. Por mil y un motivos que la sociedad me dio para dudar de mi estima, de mi capacidad, doblegándome a dudar, teniendo siempre el foco en el exterior. Viví tres años de una carrera que me abrió los ojos y tuve la suerte de rodearme de personas que también me facilitaron el cambio, no supere nada sigo para adelante por eso no voy a permitir que nadie mas me diga lo que tengo que hacer, que nadie me ponga en el lugar que no quiero estar. No hago nada para conformar a otro, solo me limito a seguir lo que yo quiero y deseo de mi.
Tengo ciertas costumbres que me llaman la atención.
Ayer soñé con vos, fue raro pero cuando me desperté ya no me importaba saber de vos.
Que la vida te de todo lo que quieras y más... lejos de mi.
Hasta acá esta bien.
No puedo mantener los ojos abierto por mucho tiempo mas.
