jueves, 23 de abril de 2015

Más de mi...

"Quizás porque no soy un buen negociante no pido nada a cambio de darte
lo poco que tengo: mi vida y mis sueños..."

Reflexionando sobre mi...
Realmente lo que hago es sin esperar nada a cambio.
Puede sonar demasiado altruista, dicen que es la forma de sufrir menos o de no sentirse decepcionado después,  porque claro, no todo el mundo hara lo que nosotros queremos que haga, por suerte.

Tal vez deba cambiar o modificar mi forma, no crean que no lo intente.  No me salió ni me sale.  Doy todo de mi,  cuento todo sobre todo cuando me importa lo que pasa, puede que me exponga demasiado, tal vez lo que deba aprender es a elegir bien a las personas con las cuales me abro tanto... a veces me sale solo... como si no tuviera un filtro que me digo "noo boluda a él no... ahora no... pensa bien antes de hablar... estas segura que queres que sepa esto??" Sale solo...

El dolor forma parte de la vida...

Sin prejuicoo, sin especulación,  sin manipulación... te recibo, te escucho y me escucho (a veces).

martes, 21 de abril de 2015

EDUCACIÓN DE PRÍNCIPE

Los cronopios no tienen casi nunca hijos, pero si los tienen pierden la cabeza y ocurren cosas extraordinarias. Por ejemplo, un cronopio tiene un hijo, y en seguida lo invade la maravilla y está seguro de que su hijo es el pararrayos de la hermosura y que por su venas corre la química completa con aquí y allá islas llenas de bellas artes y poesía y urbanismo. Entonces este cronopio no puede ver a su hijo sin inclinarse profundamente ante él y decirle palabras de respetuoso homenaje.
El hijo, como es natural, lo odia minuciosamente. Cuando entra en la edad escolar, su padre lo inscribe en primero inferior y el niño está contento entre otros pequeños cronopios, famas y esperanzas. Pero se va desmejorando a medida que se acerca el mediodía, porque sabe que a la salida lo estará esperando su padre, quien al verlo levantará las manos y dirá diversas cosas, a saber:
—Buenas salenas cronopio cronopio, el más bueno y más crecido y más arrebolado, el más prolijo y más respetuoso y más aplicado de los hijos!
Con lo cual los famas y las esperanzas júnior se retuercen de risa en el cordón de la vereda, y el pequeño cronopio odia empecinadamente a su padre y acabará siempre por hacerle una mala jugada entre la primera comunión y el servicio militar. Pero los cronopios no sufren demasiado con eso, porque también ellos odiaban a sus padres, y hasta parecería que ese odio es otro nombre de la libertad o del vasto mundo.

HAGA COMO SI ESTUVIERA EN SU CASA

Una esperanza se hizo una casa y le puso una baldosa que decía: Bienvenidos los que llegan a este hogar.
Un fama se hizo una casa y no le puso mayormente baldosas.
Un cronopio se hizo una casa y siguiendo la costumbre puso en el porche diversas baldosas que compró o hizo fabricar. Las baldosas estaban colocadas de manera que se las pudiera leer en orden. La primera decía: Bienvenidos los que llegan a este hogar. La segunda decía: La casa es chica, pero el corazón es grande. La tercera decía: La presencia del huésped es suave como el césped. La cuarta decía: Somos pobres de verdad, pero no de voluntad. La quinta decía: Este cartel anula todos los anteriores. Rajá, perro.

Julio Cortázar

LA FOTO SALIÓ MOVIDA

Un cronopio va a abrir la puerta de calle, y al meter la mano en el bolsillo para sacar la llave lo que saca es una caja de fósforos, entonces este cronopio se aflige mucho y empieza a pensar que si en vez de la llave encuentra los fósforos, sería horrible que el mundo se hubiera desplazado de golpe, y a lo mejor si los fósforos están donde la llave, puede suceder que encuentre la billetera llena de fósforos, y la azucarera llena de dinero, y el piano lleno de azúcar, y la guía del teléfono llena de música, y el ropero lleno de abonados, y la cama llena de trajes, y los floreros llenos de sábanas, y los tranvías llenos de rosas, y los campos llenos de tranvías. Así es que este cronopio se aflige horriblemente y corre a mirarse al espejo, pero como el espejo está algo ladeado lo que ve es el paragüero del zaguán, y sus presunciones se confirman y estalla en sollozos, cae de rodillas y junta sus manecitas no sabe para qué. Los famas vecinos acuden a consolarlo, y también las esperanzas, pero pasan horas antes de que el cronopio salga de su desesperación y acepte una taza de té, que mira y examina mucho antes de beber, no vaya a pasar que en vez de una taza de té sea un hormiguero o un libro de Samuel Smiles.

HISTORIA.

Un cronopio pequeñito buscaba la llave de la puerta de calle en la mesa de luz, la mesa de luz en el dormitorio, el dormitorio en la casa, la casa en la calle. Aquí se detenía el cronopio, pues para salir a la calle precisaba la llave de la puerta.

Julio Cortázar.

CONSERVACIÓN DE LOS RECUERDOS

Los famas para conservar sus recuerdos proceden a embalsamarlos en la siguiente forma: Luego de fijado el recuerdo con pelos y señales, lo envuelven de pies a cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra la pared de la sala, con un cartelito que dice: «Excursión a Quilmes», o: «Frank Sinatra».
Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: «No vayas a lastimarte», y también: «Cuidado con los escalones.» Es por eso que las casas de los famas son ordenadas y silenciosas, mientras en las de los cronopios hay gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan siempre de los cronopios, y los famas mueven la cabeza comprensivamente y van a ver si las etiquetas están todas en su sitio.

Julio Cortázar.

Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda a un reloj.

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire.
No te dan solamente un reloj, que los cumplas muy felices, y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con anácora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo.
Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo, pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia a comparar tu reloj con los demas relojes. No te regalan un reloj, tu eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

Julio Cortázar.

lunes, 20 de abril de 2015

Capítulo 93

Pero el amor, esa palabra… Moralista Horacio, temeroso de pasiones sin una razón de aguas hondas, desconcertado y arisco en la ciudad donde el amor se llama con todos los nombres de todas las calles, de todas las casas, de todos los pisos, de todas las habitaciones, de todas las camas, de todos los sueños, de todos los olvidos o los recuerdos. Amor mío, no te quiero por vos ni por mí ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa, hay horas en que me atormenta que me ames (cómo te gusta usar el verbo amar, con qué cursilería lo vas dejando caer sobre los platos y las sábanas y los autobuses), me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado, jamás Wright ni Le Corbusier van a hacer un puente sostenido de un solo lado, y no me mires con esos ojos de pájaro, para vos la operación del amor es tan sencilla, te curarás antes que yo y eso que me querés como yo no te quiero. Claro que te curarás, porque vivís en la salud, después de mí será cualquier otro, eso se cambia como los corpiños. Tan triste oyendo al cínico Horacio que quiere un amor pasaporte, amor pasamontañas, amor llave, amor revólver, amor que le dé los mil ojos de Argos, la ubicuidad, el silencio desde donde la música es posible, la raíz desde donde se podría empezar a tejer una lengua. Y es tonto porque todo eso duerme un poco en vos, no habría más que sumergirte en un vaso de agua como una flor japonesa y poco a poco empezarían a brotar los pétalos coloreados, se hincharían las formas combadas, crecería la hermosura. Dadora de infinito, yo no sé tomar, perdoname. Me estás alcanzando una manzana y yo he dejado los dientes en la mesa de luz. Stop, ya está bien así. También puedo ser grosero, fijate. Pero fijate bien, porque no es gratuito.

¿Por qué stop? Por miedo de empezar las fabricaciones, son tan fáciles. Sacás una idea de ahí, un sentimiento del otro estante, los atás con ayuda de palabras, perras negras, y resulta que te quiero. Total parcial: te quiero. Total general: te amo. Así viven muchos amigos míos, sin hablar de un tío y dos primos, convencidos del amor-que-sienten-por-sus-esposas. De la palabra a los actos, che; en general sin verba no hay res. Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al verse. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto. Pero estoy solo en mi pieza, caigo en artilugios de escriba, las perras negras se vengan cómo pueden, me mordisquean desde abajo de la mesa. ¿Se dice abajo o debajo? Lo mismo te muerden. ¿Por qué, por qué, pourquoi, why, warum, perchè este horror a las perras negras? Miralas ahí en ese poema de Nashe, convertidas en abejas. Y ahí, en dos versos de Octavio Paz, muslos del sol, recintos del verano. Pero un mismo cuerpo de mujer es María y la Brinvilliers, los ojos que se nublan mirando un bello ocaso son la misma óptica que se regala con los retorcimientos de un ahorcado. Tengo miedo de ese proxenetismo, de tinta y de voces, mar de lenguas lamiendo el culo del mundo. Miel y leche hay debajo de tu lengua… Sí, pero también está dicho que las moscas muertas hacen heder el perfume del perfumista. En guerra con la palabra, en guerra, todo lo que sea necesario aunque haya que renunciar a la inteligencia, quedarse en el mero pedido de papas fritas y los telegramas Reuter, en las cartas de mi noble hermano y los diálogos del cine. Curioso, muy curioso que Puttenham sintiera las palabras
como si fueran objetos, y hasta criaturas con vida propia. También a mí, a veces, me parece estar engendrando ríos de hormigas feroces que se comerán el mundo. Ah, si en el silencio empollara el Roc… Logos, faute éclatante. Concebir una raza que se expresara por el dibujo, la danza, el macramé o una mímica abstracta. ¿Evitarían las connotaciones, raíz del engaño? Honneur des hommes, etc. Sí, pero un honor que se deshonra a cada frase, como un burdel de vírgenes si la cosa fuera posible.

Del amor a la filología, estás lucido, Horacio. La culpa la tiene Morelli que te obsesiona, su insensata tentativa te hace entrever una vuelta al paraíso perdido, pobre preadamita de snack-bar, de edad de oro envuelta en celofán. This is a plastic’s age, man, a plastic’s age. Olvidate de la perras. Rajá, jauría, tenemos que pensar, lo que se llama pensar, es decir sentir, situarse y confrontarse antes de permitir el paso de la más pequeña oración principal o subordinada. París es un centro, entendés, un mandala que hay que recorrer sin dialéctica, un laberinto donde las fórmulas pragmáticas no sirven más que para perderse. Entonces un cogito que sea como respirar París, entrar en él dejándolo entrar, neuma y no logos. Argentino compadrón, desembarcando con la suficiencia de una cultura de tres por cinco, entendido en todo, al día en todo, con un buen gusto aceptable, la historia de la raza humana bien sabida, los períodos artísticos, el románico y el gótico, las corrientes filosóficas, las tensiones políticas, la Shell Mex, la acción y la reflexión, el compromiso y la libertad, Piero della Francesca y Anton Weber, la tecnología bien catalogada, Lettera 22, Fiat 1600, Juan XXIII. Qué bien, qué bien. Era una pequeña librería de la rue du Cherche-Midi, era un aire suave de pausados giros, era la tarde y la hora, era del año la estación florida, era el Verbo (en el principio), era un hombre que se creía un hombre. Qué burrada infinita, madre mía. Y ella salió de la librería (recién ahora me doy cuenta de que era como una metáfora, ella saliendo nada menos que de una librería) y cambiamos dos palabras y nos fuimos a tomar una copa de pelure d’oignon a un café de Sèvres-Babylone (hablando de metáforas, yo delicada porcelana recién desembarcada, HANDLE WITH CARE, y ella Babilonia, raíz de tiempo, cosa anterior, primeval being, terror y delicia de los comienzos, romanticismo de Atala pero con un tigre auténtico esperando detrás del árbol). Y así Sèvres se fue con Babylone a tomar un vaso de pelure d’oignon, nos mirábamos y yo creo que ya empezábamos a deseamos (pero eso fue más tarde, en la rue Réaumur) y sobrevino un diálogo memorable, absolutamente recubierto de malentendidos, de desajustes que se resolvían en vagos silencios, hasta que las manos empezaron a tallar, era dulce acariciarse las manos mirándose y sonriendo, encendíamos los Gauloises el uno en el pucho del otro, nos frotábamos con los ojos, estábamos tan de acuerdo en todo que era una vergüenza, París danzaba afuera esperándonos, apenas habíamos desembarcado, apenas vivíamos, todo estaba ahí sin nombre y sin historia (sobre todo para Babylone, y el pobre Sèvres hacía un enorme esfuerzo, fascinado por esa manera Babylone de mirar lo gótico sin ponerle etiquetas, de andar por las orillas del río sin ver remontar los drakens normandos). Al despedirnos éramos como dos chicos que se han hecho estrepitosamente amigos en una fiesta de cumpleaños y se siguen mirando mientras los padres los tiran de la mano y los arrastran, y es un dolor dulce y una esperanza, y se sabe que uno se llama Tony y la otra Lulú, y basta para que el corazón sea como una frutilla, y…

Horacio, Horacio.

Merde, alors. ¿Por qué no? Hablo de entonces, de Sèvres-Babylone, no de este
balance elegíaco en que ya sabemos que el juego está jugado.

Julio Cortázar

Pronóstico "reservado"

Me invade un profundo sentimiento de tristeza.
No es miedo o tal vez también lo sea...
Pero hoy me hubiera gustado pasar el dia por alto.

Siempre podría ser peor ya lo se. Pero hoy frases de autoayuda no cumplen su función.
Todos tenemos derecho a estar tristes.

Así. Eso.

sábado, 18 de abril de 2015

"Integró una biblioteca con volúmenes rosa, tuvo casi todos los discos de Pedro Vargas y algunos de Elvira Ríos;  llegó un momento en que ya poco deseaba y su capricho sólo halló ejercicio en alguna golosina, un perfume nuevo, una sazón de pescado. Pero después Paula quiso tener un hombre que la amara, y aunque vaciló largo tiempo entre recibir en su lecho a cualquiera de sus fieles pretendientes o crear un ser que cumpliera en todo sus románticas visiones de antaño,  comprendió que no había alternativas y que le era forzoso decidirse por lo último.  Un amante de pueblo hubiera preguntado, inquirido hasta descubrir,  más allá de la sonrisa, el poder de la bruja. Y entonces hubiera sido el terror, la persecución,  la locura.
Creó su hombre. Su hombre la amó. Era bello, fino, se llamaba Esteban, jamás quería salir de la casa: así tenía que ser. Ya enteramente aislada de sus semejantes, Paula negó el té a los amigos y éstos presintieron la regencia de un macho en la casa.  Tristes de corazón,  se volvieron al pueblo."





Fragmento de Historias de Gabriel Medrano. Cap II. Bruja. La otra orilla.
Julio Cortázar.

viernes, 17 de abril de 2015



"Aunque el sol te abrigue
no quiere decir que no tengas más frío
y si la luna se cubre no quiere decir que no tengas su luz

Cada día es la mañana desnuda
y tu corazón tiene prisa
y si el mundo se oculta
no quiere decir que no puedas volar

Mientras el cielo brille amor
por tí yo esperaré
oye sólo la distancia amor
y por ti yo esperaré..."


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Hasta acá esta bien. 
Después de una lluvia de publicaciones doy por concluida mi actividad por las próximas 8 hs aunque sea.
Que si sigo voy a derrapar...

Buenas noches....


Este año se cumplen 12 años y te sigo extrañando como el primer día, todos los días.
A veces hago fuerza para acordarme de tu voz y otras veces me parece que te escucho.

A pesar de todo, siempre te llevo en el corazón, te amo.



Julio Cortázar. Rayuela.

Capítulo 68.

Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente sus orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, la esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentían balpamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.



(-9)




Julio Cortázar. Rayuela.

Happy new year


Mira, no pido mucho,
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar a tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestás tu mano en esta noche
de fin de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas.
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Así la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.


Julio Cortázar,

Desde los afectos.

¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?
Que uno solo tiene que buscarlo y dárselo,
Que nadie establece normas salvo la vida
Que la vida sin ciertas normas pierde forma
Que la forma no se pierde con abrirnos
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente
Que no está prohibido amar
Que también se puede odiar
Que el odio y el amor son afectos
Que la agresión por si hiere mucho
Que las heridas se cierran
Que las puertas no deben cerrarse
Que la mayor puerta es el afecto
Que los afectos nos definen
Que definirse no es remar contra la corriente
Que buscar un equilibrio no significa ser tibio
Que negar palabras es abrir distancias
Que encontrarse es muy hermoso
Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida
Que querer saber todo de todos es curiosidad mal sana
Que nunca está de más agradecer
Que autodeterminación no es hacer las cosas solo
Que nadie quiere estar solo
Que para no estar solo hay que dar
Que para dar tenemos que recibir antes
Que para que nos den hay que saber como pedir
Que saber pedir no es regalarse
Que regalarse en definitiva es no quererse
Que para que nos quieran tenemos que demostrar qué somos
Que para que alguien sea hay que ayudarlo
Que ayudar es poder, alentar y apoyar
Que las cosas cara a cara son honestas
Que nadie es honesto porque no robe
Que para sentir la vida, no hay que olvidarse que existe la muerte
Que se puede estar muerto en vida
Que se siente con el cuerpo y con la muerte
Que cuesta ser sensible y no herirse
Que herirse no es desangrarse
Que para no ser herido levantamos muros
Que seria mejor construir puentes
Que sobre ellos se va a la otra orilla y también se vuelve
Que volver no implica retroceder
Que retroceder también puede ser avanzar
Que no por mucho avanzar se está más cerca del sol
¿ Cómo hacerte saber que nadie establece normas salvo la vida?

Mario Benedetti




“… yo ya era así antes de que tú llegaras, caminaba por las mismas calles y comía las mismas cosas. Incluso antes de que llegaras yo ya vivía enamorado de ti y a veces, no pocas, te extrañaba, como si supiera que me hacías falta…”

Julio Cortázar

Otra vez...

La falta de comunicación creo que es lo que más me duele.
Me encantaría estar en sus cabezas para poder aunque sea por un segundo tratar de entender su razonamiento.

Dos personas que se aman, que hace años estan el uno para el otro y un día dsp de todo se dejan  de hablar.
Uno por tequedad tal vez y el otro por miedo, pero dejaron de hacerlo y asi estamos.
No puedo entender cómo se dejan estar asi, realmente no lo entiendo.

Me invade tal tristeza que si pudiera pasaria más tiempo fuera de acá.  Eso tmb me duele.

No se por dónde empezar. No quiero volver a caer.

Otra vez diciendome que me mida. Otra vez tratando de que nada me afecte... otra vez... estoy cansada.

Por mi... tengo que empezar por mi.

(...)

jueves, 16 de abril de 2015

Aparentemente esto va con destinatario...

" Toda mi vida vivi en dos extremos.
Hasta ayer.
Hoy pretendo que seas mi medio...
podes jugar como quieras con la palabra
porque la decisión nace de lo que llamo pecho... de lo más profundo de mi corazón..."

Escribir desde la "comodidad" del colectivo en hora pico no sería muy oportuno... pero a veces me dejo llevar.... y a esta hora generalmente es al trabajo.  Lastima que no es hacia vos.

Buen día!

miércoles, 15 de abril de 2015

Leí algo del blog de una amiga y lo tengo que publicar...

“Our deepest fear is not that we are inadequate. Our deepest fear is that we are powerful beyond measure. It is our light, not our darkness that most frightens us. Your playing small does not serve the world. There is nothing enlightened about shrinking so that other people won't feel insecure around you. We are all meant to shine, as children do. It's not just in some of us; it's in everyone. And as we let our own light shine, we unconsciously give other people permission to do the same. As we are liberated from our own fear, our presence automatically liberates others.”



No sé quién es el autor pero no lo podría decir mejor.

Descargo

Justamente ayer o sería más acertado decir "esta madrugada" decía: "Voy a tratar de no exponerme tanto como en el otro blog que tenía".
Y hoy al volver a faltar al trabajo estalle sin que pudiera evitarlo y a mi cuando me pasan esas cosas y cuando se me pasa el estado de ebullición me surge la necesidad de largar, antes era todo, ahora solo trato de expresar mi reflexión sobre eso. 

Los dolores dicen que nos están diciendo algo y que lo más conveniente es escucharlos e interpretarlos.

Entonces mi dolor de cabeza quedo a un costado y lo otro me invade sin dejarme pensar en otra cosa.

No se realmente que voy a hacer al respecto, pero si se que estoy cansada y que solo una solución se me presenta como la única que me haría bien a mi y también al resto.
Ya no puedo hacerme cargo de los problemas de los demás, ya no tengo fuerza para discutir, gritarle a la pared o llorarle a la nada... ya no puedo...

No puedo más. Así no puedo más.



Cuando pueda digerir esto que tengo en el pecho, posiblemente pueda extenderme más...


Hasta ahí esta bien.

lunes, 13 de abril de 2015

Esa belleza en la que toda cosa

That Light whose smile kindles the Universe,
That Beauty in which all things work and move,
That Benediction which the eclipsing Curse
Of Birth can quench not, that sustaining Love
Which through the web of being blindly wove
By man and beast and earth and air and sea,
Burns bright or dim, as each are mirrors of
The fire for which all thirst; now beam on me,
Consuming the last clouds of cold mortality.

                                  SHELLEY, Adonais

...

Qué alegría vivir
sintiéndose vivido.
Rendirse
a la gran certidumbre, oscuramente,
de que otro ser, fuera de mí,  muy lejos,
me está viviendo.

       PEDRO SALINAS, La voz a ti debida

De "cinco poemas para Cris"

5

  (Me gustaría que creyeras
  que esto es el irrisorio juego
  de las compensaciones

  Sigue entonces danzando
  en el espejo de otro cuerpo
  después de haber sonreído
  apenas
  para mí. )



                                  Julio Cortázar

...

-and I am melancholy because
        I have not made more and
                               better verses.

                        W. B. Yeats, Autobiography

Todos estos días

Son ciertas las memorias
y la soledad
La lluvia es cierta
y el olor a lluvia
Todos estos días son ciertos
Es cierto el pez (como no lo dije antes)
y el deseo de cambiar las cosas
Entrar en los cafés es cierto
y salir al mundo
Agarrarse de él un solo instante.

                                          Miguel Barnet.

miércoles, 1 de abril de 2015

Caja fuerte.

La llave de mi vida la guarda alguna mano.
La llave de la mano tiene por dueño el tiempo.
De la llave del tiempo se ocupan las mareas,
y en el fondo del mar, rodeada de medusas,
una llave sin nombre protege las mareas
Y el riente esqueleto que antaño era mi vida.

                                                Julio Cortazar
                                                 Marzo, 1945